Por:  Daniel Cruz Beltrán
Maestro en Letras Francesas
 
 TARTUFO
DE JEAN-BAPTISTE POQUELIN (MOLIÉRE)

La obra fue presentada por primera vez en Versalles en 1664 y causó un verdadero escándalo; todos los devotos se dieron por aludidos en los ataques satíricos a la falsa devoción e hipocresía, del mismo modo que todas las preciosas se habían dado por ofendidas con las burlas dirigidas a algunas de ellas.

A la primera representación de Tartufo sucede una verdadera batalla en la que alternan las representaciones con las prohibiciones de la obra ya hasta las amenazas de excomunión para su autor. Esto nos muestra la enorme trascendencia social que tuvo la comedia de Moliére en su época, al atreverse a criticar, directa y valientemente, un tipo humano que pululaba en la corte francesa.

Moliére (París, Francia: 1622-1673) tenía además otros motivos para atacar a los falsos devotos: el odio que ellos sentían por el teatro, considerado como un lugar de perdición para las almas y el profundo desprecio por los actores, que partía de los primeros personajes de la Iglesia. Moliére se vio en la necesidad de elegir: o ser un buen católico detestando el teatro o plegarse a este último malquistándose con la Iglesia. Él ya había roto una vez con su familia por dedicarse al arte, por eso no duda y rompe con el dogma, contestando así  el dilema que le planteaba la Iglesia con su Tartufo.

El personaje central de la comedia, que le da el nombre, aparece definido ya en las dos palabras con que Moliére hace antes del comienzo de la obra, la presentación de sus personajes: Tartufo, falso devoto, dice el autor, convirtiéndolo ya, antes que actúe, en un tipo literario.

  Argumento de la obra

  El burgués Orgón conoce en una iglesia a Tartufo, hombre aparentemente muy piadoso, humilde y de recta conducta. Tales virtudes cautivan al buen Orgón, que decide llevar a Tartufo a su casa para que habite en ella como director espiritual de la familia. Así se hace y Orgón no tiene en cuenta más que a Tartufo y sus consejos, preponderancia que disgusta en gran manera al resto de la familia.

En ausencia del piadoso Orgón los miembros de la familia se reúnen, y únicamente la anciana madre de éste, la señora Pernelle, aprueba a Tartufo e incita a todos a que sigan sus consejos, a pesar de la hostilidad que siente por él. Así, la segunda esposa de Orgón, Elmira, bella y distinguida dama, es censurada por Tartufo en cuanto a su elegancia mundana; Damis, hijo de Orgón, y la fiel criada Dorina, se sienten también enfadados por la intrusión de Tartufo en el hogar, sobre todo cuando se enteran de que Orgón piensa casar a su hija Mariana con el devoto. Pero ella se inclina hacia el joven Valerio, amores que al parecer eran aceptados por Orgón antes de conocer a Tartufo.

También Cleante, hermano de Elmira y por tanto cuñado de Orgón, es partidario de los amores de Mariana y Valerio, y así se lo manifiesta a Orgón, pero éste, siempre obsesionado por la opinión de Tartufo, quiere celebrar la boda de su hija en pocos días. Luego de una escena de disputa amorosa entre Mariana y Valerio y de la consiguiente dulce reconciliación, los enamorados, con la ayuda de la fiel Dorina, traman un plan, para el cual es necesario secundar los esfuerzos de Cleante y poner también de su parte a Elmira, la esposa de Orgón.

En el acto III aparece Tartufo, quien muestra una piedad austera pero insegura en sus graciosas disputas con Dorina, que se burla de sus palabras y tiene ciertas vagas sospechas de él en cuanto a su actitud hacia Elmira. Luego Tartufo sostiene un diálogo con ésta en el que, efectivamente, se muestra apasionado, pero quiere encubrir sus deseos manteniendo la falsa actitud devota del personaje. El joven Damis oye el diálogo y denuncia a Tartufo ante su padre, pero éste, nuevamente bajo la influencia de la humilde actitud del hipócrita, acusa a Damis de calumniador, lo arroja de su casa y nombra herederos de sus bienes a Tartufo, con inmediata donación, dese esa tarde, de toda su fortuna.

Antes estos hechos Elmira decide convencer a Orgón de la verdad de lo aseverado por Damis y desenmascarar a Tartufo, y para ello hace que su marido se oculte bajo una mesa y llama a Tartufo; éste acude y, desconociendo lo que sucede, manifiesta a Elmira más claramente que la primera vez sus astutos y bajos deseos, por lo que finalmente Orgón abre los ojos ante los propósitos cínicos del impostor, y quiere castigarlo. Entonces sale decidido de su escondrijo y lo arroja de su casa. Pero Tartufo demuestra entonces su verdadero rostro y responde que, debido a la donación, él es ahora dueño y señor de la casa, por lo que no sólo arroja de ella a Orgón y su familia, sino que también lo amenaza con denunciarlo como traidor a causa de que aquél le ha dado a guardar un pequeño cofre que contiene documentos comprometedores de un amigo suyo, enemigo del rey.

Orgón se prepara a huir, pero llega Valerio ofreciendo su apoyo, y cuando Tartufo se presenta con un oficial de la guardia del rey para detener y prender a Orgón, no es éste el detenido sino el propio Tartufo, quien en realidad es un antiguo malhechor, buscado desde hace tiempo por todo el reino. La justicia real se impone y resuelve felizmente la acción; el rey perdona a Orgón y le hace entrar nuevamente en posesión de sus bienes; y Mariana se casa con Valerio.

Tartufo, Fernández Editores, 1989

 

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  • homeLa autora Dorys Rueda, 13 de Febrero del 2013.
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